frenar el hábito de comer todo el dia – Ponerse en forma
Probablemente este pueda parecer uno de los retos más difíciles a los que nos enfrentaremos durante este tiempo, ya que no contamos con las distracciones típicas ni con factores externos que puedan ayudarnos a evitar caer en la tentación de este comer emocional. Por este motivo, una de las primeras cosas que te animo a que notes es que no estás solo. Recuerde que en momentos de estrés como este, su cerebro volverá a viejos hábitos y especialmente a aquellos que crean procesos químicos que le hacen “sentirse bien” a los que tenemos fácil acceso (por ejemplo, comida, alcohol).
Si está interesado en abordar este problema, aquí hay 3 pasos que pueden marcar una gran diferencia:
Paso 1: tenga curiosidad
Tomar conciencia de lo que está sucediendo internamente. Lógicamente somos conscientes de que no buscamos comida por puro hambre física, entonces ¿qué más está pasando? Cuanto más sepamos sobre nuestros factores desencadenantes (entorno, emociones, momento, etc.), más fácilmente podremos abordarlos de forma adecuada y crear nuevos hábitos.
Fase 2: Manejar el hambre física
Su cuerpo es más propenso a tener demasiada hambre y exacerbar los antojos de refrigerios si está desnutrido. Una pauta general es comer cada 3-4 horas durante el día. Normalmente, esto significa 3 comidas y 2 refrigerios. Date permiso para comer lo suficiente a lo largo del día (por ejemplo, un almuerzo completo, proteínas para el desayuno, etc.) para que el hambre no te alcance a las 3:00 p.m., la hora bruja.
Paso 3: Reduce más la velocidad para llegar más lejos y más rápido
Recuerde que a su cerebro le resultará difícil encontrar satisfacción comiendo distraído. Esto puede parecer como si hubiéramos comido “lo suficiente” para satisfacer nuestro cuerpo físico, pero nuestra mente se queda “con ganas de más”. Comer un poco más lento ayudará a que tu cerebro se ponga al día con tu cuerpo y aumente su factor de apreciación.
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